La tercera sesión la hemos dedicado a la escultura cinética, centrándonos más concretamente en los móviles.
Cuando
hablamos de escultura nos referimos a obras de arte con volumen pero que se
caracterizan por su inmovilidad. Esta es una propiedad que podemos aplicar a la
escultura hasta que en el siglo XX, y gracias al norteamericano Alexander
Calder (1898-1976), dota de movimiento sus obras y las aleja de lo estático e
inmóvil, diferenciando entre obras “mobile” (móviles) y “stabile” (estables)
según tengan o no movimiento. Comienza así una nueva forma de corriente
artística llamada “La escultura cinética”.
Algunas obras
de este autor son:
Alexander Caler. Constelación vertical con
hueso amarillo. 1947 Nueva York
Alexander Calder. Sin título. 1976 Washington
Alexander Caler. Constelación vertical con
hueso amarillo. 1947 Nueva York
Las primeras
creaciones de esta corriente cinética se basaban en pequeños motores, el viento
o el espectador mismo para dar movimiento a las obras, pero hoy en día tenemos que mencionar también
las esculturas que causan en los espectadores el movimiento o la inestabilidad
gracias a ilusiones ópticas dependiendo del punto desde el cual son vistas o de
la luz que reciba la obra.
Fue París la
ciudad que acogió con más aceptación los creadores cinéticos y tenemos que
destacar autores como Julio Le Parc, Jesús Rafael Soto o Luis Tomasello. Pero
no debemos olvidar tampoco el ya mencionado anteriormente Alexander Calder. En
concreto, los móviles de Calder son generalmente abstractos y esa movilidad que
les caracteriza permite que se vea como una escultura cambiante. Por otro lado,
los materiales que utiliza este autor son materiales ligeros (latón o chapa)
para que de esta forma cambien aún más las obras de arte.
En la tercera sesión trabajaremos toda esta corriente a través de móviles de pie y de techo.
En la tercera sesión trabajaremos toda esta corriente a través de móviles de pie y de techo.
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